Tierra de montañas y quebradas, de ríos y prados, tierra mágica, tierra de Luz.
A Paradanta es reconocida por la belleza de sus miradores y la riqueza de sus ríos, entre los que destaca el borde litoral del río Miño.
A vista de pájaro se divisan valles, que parecen cortados en rectángulos y pintados con verdes de distintas tonalidades. Algunos bosques autóctonos, se antojan lugares ideales para escaparse.
La comarca de A Paradanta, formada por los Ayuntamientos de Arbo, Crecente, A Cañiza y O Covelo, en el interior de la provincia de Pontevedra, cuenta con los montes más altos y alguno de los parajes naturales de mayor singularidad de las Rías Baixas. A Paradanta es reconocida por la belleza de sus miradores, sus pazos y la riqueza de sus ríos, entre los que destaca el borde litoral del río Miño.
Abundan en sus ríos las truchas de montaña (de menor tamaño que la trucha de aguas calmas), también se conoce la existencia de nutrias y otras especies escasas en otros ecosistemas. La combinación de parajes rudos, propias de terrenos muy elevados), contrasta con la fecundidad de los pequeños valles y bosques de las zonas con cotas inferiores. Estos puntos altos son ejemplos de media montaña en estado libre a escasos kilómetros de la ciudad donde se resisten a desaparecer varias poblaciones de lobo ibérico. También abundan en zonas los jabalís, corzos, pequeños carnívoros, lontras, aves rapaces, vecadas, arcéas, gatos monteses y otras especies que encuentran en estas masas boscosas su hábitat idóneo. El río Tea , en la zona de Covelo, fue declarado «Espacio Natural en Régimen de Protección General». Desde la Sierra de Fontefría al sur y límite con A Cañiza hay paisajes increíbles, ideal para los aficionados a la micología.
Los primeros asentamientos humanos en esta comarca se remontan, al menos, a la época de la denominada cultura castrense, tal y como atestiguan los numerosos castros existentes, entre los que sobresale la ciudad celta conocida como A Citania, en A Cañiza.
Clima de transición entre el oceánico húmedo y el mediterráneo, condiciones medioambientales favorecen el desarrollo de la vegetación en pisos. El matorral y las especies propias del monte bajo se desarrollan en los relieves más elevados, mientras que en los valles dominan los campos de cultivo, sobre todo, la vid. Entre ambos pisos se localizan los pinares que comparten espacio con los pastos.
Este clima seco y soleado en las partes altas; es ideal para las personas que convalecen de enfermedades graves o de larga duración, los que padecen de agotamiento físico y mental, los anémicos, también para los que sufren de asma, bronquitis crónica y tuberculosis ósea o pulmonar; porque fortalecen los movimientos respiratorios y cardíacos y estimulan la producción de los glóbulos rojos de la sangre y también el apetito.
Ideal para vacaciones en familia y el disfrute de unas vacaciones alternativas, con unas condiciones perfectas para disfrutar del caminar consciente, mindfull walking, yoga, cine para jóvenes, biodanza, arteterapia, musicoterapia, conciertos de música para el alma para dormir con estrellas.
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