TEATRO COMUNITARIO JOVEN

La falta de colaboración, de empatía y principalmente la ausencia de diálogo entre las personas, genera distancias y conflictos que, finalmente fisuran en parte el concepto de clan. Como explica Maturana, el acento actual en la racionalidad, nos ha desvinculado de nuestras emociones, distanciandonos cada vez más del centro de la comunidad. Aquellos que sentimos, aquello que no es cuantificable, ha sido relegado a un segundo plano casi insignificante, sin embargo, todas las actividades que desarrollamos en conjunto como seres humanos, emocionales, contribuyen a la creación de las culturas. Las conversaciones, las interacciones, el sembrar un campo, tejer una manta, leer un libro o escuchar un disco, se realzan como diversos tipos de conversaciones, las cuales se amplían y/o modifican según sean las charlas y lenguajes que conforman estos grupos.

Es habitual que los espacios de compartir entre adolescentes y adultos sean limitados, aunque tienen mucho más en común y sus intereses son más próximos, nos empeñamos en alejarlos y crear un grupo aparte, fomentando así el aislamiento propio de esta edad. Es por esto que en este grupo propongo juntar a los adolescentes y adultos para abrir un espacio de escucha, de mirarse a los ojos y compartir vivencias para acercar a unos a lo que será su vida en los próximos años y recordar a los otros como fue y la importancia de ser escuchados y hacerse un espacio en la comunidad, donde se traten por igual.