Stone Balancing, equilibrio y meditación con las piedras

¿Porqué practicas el Stone Balancing?

Me transmite mucha paz. Es un acto de creación de belleza que culmina en un momento de incredulidad y sorpresa. Además es un acto de comunicación entre el artista, la naturaleza y el público, si es que lo hay. El Stone Balancer es como un co-creador. El mismo es también de la aparición de la obra. Balancear rocas me deja gozar de la vida y del mundo. Establezco una conexión muy íntima con la naturaleza. Entro en un estado en que puedo sentir la naturaleza. También es una ocasión para mí de mostrarle mi respeto para ella, de reconocerla y de agradecer a la madre tierra. Es un proceso de entendimiento. Hay que entender la piedra y el alrededor para poder crear una escultura en equilibrio. Si parctico el Balancing pierdo el sentido de tiempo, las horas pasan volando.

Para mí, es algo muy personal. Mi estado de ánimo se relfeja en la manera del Balancing. Las piedras me enseñan muchas cosas de mí. Me muestran lo efímero que soy yo, por ejemplo. La práctica es totalmente meditativa y tiene un efecto importante sobre el cuerpo. La respiración se calma y se vuelve contínua, la mano deja de temblar, la concentración está al máximo. Me ayuda a serenar y salir de la mente. Fusiono con la piedra y el entorno y así me olvido de mí mismo.

¿Cómo escojes las piedras?

Depende de las circunstancias. A veces las busco instintivamente. Espero a un impulso que me da la piedra para cogerla. Otras veces la escojo según criterios estéticos. Busco una piedra redonda si quiero poner una de esta forma.

¿Cómo escojes el sitio y cuál es tu relación con el entorno?

Es diferente. A veces practico el Balancing en varios lugares que conecto por una caminata extendida en la naturaleza. Otras veces voy a un sitio definido y me quedo ahí creando durante varias horas. A veces incluso me quedo a dormir en el lugar. La naturaleza es mi taller, mi sala de exposición, todo. Trabajo con el viento, con el clima, con todo el entorno. Cada vez que practico el Balancing me importa mucho conocer bien el lugar.

¿Cuáles son tus criterios para balancear las piedras?

Trato de ver toda la escultura como una unidad, a veces muevo varias piedras a la vez. Ha pasado que he intentado colocar las piedras de alguna manera particular y luego me he dado cuenta que no funcionaba así. Después me he olvidado de los conceptos y de la intención. Este es el momento cuando la roca misma me dice en qué manera puede estar en equilibrio. Es un ejercicio muy bonito ayudar a la roca de encontrar su posición. Son momentos de alta sensibilidad en los que sientes hacia donde tiende la roca.

¿Cuándo sabes que una escultura está lista?

Es mi juicio estético que me dice cuando una escultura está lista y ya no hay más para hacer.

¿Cómo percibes el momento de la caída?

Con las piedras he aprendido el desapego. En el momento en que se cae una esculturas sientes la lucha del ego. Antes las caídas me decepcionaban mucho. Pero con el tiempo entendí que también la caída de las piedras forma parte de todo el proceso. He ido creciendo con la práctica. Ahora hago las esculturas, no  sólo para conseguir un resultado sino por el mero proceso creativo. Incluso, me encanta verlas caer y me gusta la sensación de poder dejar ir. A veces, yo mismo destruyo las esculturas después de crearlas. Evito así que se caen en un momento inconveniente. Otras veces las dejo como están y después de un tiempo voy a visitarlas a ver si existen todavía.

Si hay público ¿Cómo reacciona la gente?

Siempre está sorprendida. Después hay diferentes sensaciones que expresan. Muchas veces  piensan que todo es un truco y entonces surgen preguntas como ‘¿Está pegado?’ Los niños conectan muy bien con la práctica y quieren intentarlo ellos mismos.

¿Cómo es tu relación con la piedra?

Detecto el campo electromagnético de la piedra y siento que puedo contemplar su aura. Siento, que las esculturas que hago no son algo mío. Cuando las piedras se encuentran en equilibrio y la escultura está ahí hay algo que me trasciende. Todo el entorno toma parte en la creación, no soy sólo yo que hace la escultura. Es como un misterio que se me muestra. Creo que el Stones Balancing es un juego muy antiguo. En varias culturas chamánicas las piedras son  vistos como abuelos de la tierra. Balanceando siento una conexión con algo muy esencial y antiguo. Como si la piedra y yo tuvieramos una memoria interna común que se activa en el momento del Balancing.

¿Crees que el Stone Balancing es un arte?

Hacer arte para mí significa engendrar belleza. Una escultura de piedras balanceadas tiene belleza. Nos sorprende porque se nos muestra algo muy improbable. Eso es lo maravilloso. Además, el Stone Balancing tiene otros aspectos bellos. El entorno es bello, por ejemplo. Creo que el Stone Balancing también tiene aspectos de un juego. Cuando experimento y juego con las piedras estoy disfrutando. Para mí, es un arte y es un juego a la vez.

¿Ves algunos aspectos artísticos en la disciplina del Stone Balancing?

Lo artístico del Stone Balancing, para mí, tiene más que ver con el arte japonés y la filosofía oriental que con el arte occidental. Toda la parte de la contemplación es muy importante. Contemplar para réalmente conocer el lugar, contemplar para escoger el sitio de la escultura,  contemplar y observar las piedras que están ahí para luego decidir cuáles van a formar parte de la escultura. Creo que hay una diferencia importante entre el arte occidental y el arte oriental. Lo que en el arte occidental es la intención en el arte oriental es la atención. Intención, para mí, significa que estoy trabajando algo mío, el ego está involucrado muy fuertemente. En cambio, cuando estoy atento el enfoque no está en mí. Estoy más conectado con el entorno y con las cosas. El ego está callado y me encuentro en el momento presente. Presto atención a mi propio sentir y lo observo. También la antroposofía de Rudolf Steiner está bastante conectada con la práctica del Stone Balancing. Ahí hay una base teórica, la visión que todo está animado y que también las piedras tienen conciencia. Muchos Balancers comparten esta opinión.

¿Crees que eres un artista?

No me considero artista. O, mejor dicho, no me pregunto si lo soy o no. Sigo mi camino y hago lo que a mí me hace sentir bien. El Stone Balancing definitivamente hace esto para mi.

¿Qué piensas de la comunidad de Stone Balancers que se ha formado durante los últimos años?

La comunidad que se ha desarrollado alrededor del Rock Balancing es muy bonita. Es una muy buena manera de compartir experiencias, de intercambiar, de hacer amigos.

¿Has expuesto esculturas o fotos de Stone Balancing?

Nunca he expuesto mis esculturas ni las fotos que hago de ellas. Estoy pensando en hacerlo pero igualmente expongo en el mejor museo del mundo – la naturaleza.